Aunque a ratos nuestro día a día se torne algo amargo, gris, trágico, frío, triste, y entre otras variables, la verdad, es que a diario experimentamos eventos extraordinariamente agradables y que nos generan muchos placeres, sucede que estamos tan ocupados, y tan pendiente de las casas negativas de nuestro vivir, que perdemos de vista algunas respuestas de nuestro organismo que realmente nos son agradables... Para ello, les traigo una corta pero sustanciosa lista de esos orgasmos chiquitos que pueden pasar desapercibidos.
Bostezar con total libertad, y abrir nuestra boca lo mas grande posible. Si, “así como ahora”.
Estornudar, el estornudo, es una de las formas con las que contamos para liberar tensiones, al hacerlo con toda la tranquilidad, sin importar la cantidad de partículas que expulsemos, o el sonido que generemos, es algo totalmente placentero.
Estirarse, luego de un bueno sueño, de duros trabajos, de largas sesiones de estudio, dar por concluida la jornada con una buena estirada, es algo que realmente genera mucho regocijo.
Orinar, ¡pero no cualquier orinada!, orinar posteriormente de levantarse un domingo algo tarde, después de tomar 5 cervezas, luego de una larga jornada de trabajo, orinar puede representar lo mas rico durante tu día.
Lanzar un “pedo, gas, peo”, (o como su regionalismo le llame): finalizar una extensa reunión con uno de estos, puede lograrte trasladar a otro mundo, dándole fin a una agonía fisiológica.
Bueno ahora ya lo puede tener en cuenta a la hora de tener uno de estos, la norma es, disfrutarlo...
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